martes, 22 de febrero de 2011

Rastreando el sentido último.

    En la vida de un ser humano se presentan, a modo de acontecimientos, diversos sucesos que uno no llega a explicarse mediante un carácter intelectivo. Dependiendo de la persona, ésta se vera inmersa en preguntas relevantes a su existencia, y lo que es más aún, enredado en interrogantes que van más allá de lo puramente conceptual. 
   El ser humano se encuentra, como de un repentinazo, ubicado en un plano existencial que no ha elegido y abocado a seguir un flujo continuo del que no tiene escapatoria. Sus interrogantes comienzan a ser más frecuentes y su curiosidad intenta traspasar los velos de la realidad. A nivel profundo, comienza a comparar su mundo externo con su mundo más intimo e interior, y alarmado comprende que, por mucho que crezca su bienestar de fuera, nunca será satisfactorio mientras no ordene su mundo de dentro. Esto deviene producido por un suceso a nivel interno de insatisfacción, que la persona aún habiendo cubierto sus necesidades básicas, no consigue alcanzar un estado de plenitud.
    El vacío existencial obliga al ser humano a plantearse su ubicación en el mundo, su sentido y transcendencia. Este sentimiento, una vez instalado y conectado, hace llevar al sujeto a mirar por encima de las apariencias y a no conformarse con lo superficial, intuyendo de manera muy profunda, una realidad de orden superior. La realidad que intuye es la que destapa los velos de la ignorancia básica de la mente, que enemiga o amiga, es nuestra fiel acompañante.
   El individuo comienza a familiarizarse con ciertas intuiciones, que en un principio le son inadvertidas, pero que con su incesante llamada de atención, termina por captar inevitablemente. Se le presenta, como en una habitación oscura, una brecha de luz, que indica a su vez una dirección a seguir. Una senda que no es tangible, pero que al menos reconforta y procura un alivio ante sus inquietudes transcendentales.
   A partir de ahí, se activa un mecanismo de búsqueda, un impulso irrefrenable hacia una vía liberatoria que permita salir de la densa bruma de vacío. El sujeto, desorientado, rastreará como un sabueso por las distintas enseñanzas y métodos que se han ido transmitiendo desde la noche de los tiempos.
   Tratará de verificar a través de la experiencia y no de la creencia. Reflexionará desde puntos de vista que hasta ahora desconocía y, tratará de despojarse de las capas que han ido configurando su personalidad menos constructiva. Desnudo ante sí mismo, verá todo su material anímico y qué debe mejorar, y con cierto dolor, procederá a poner todos los medios para su evolución.
   Tendrá momentos de desfallecimiento, pero que transformándolos con consciencia, le servirá como trampolín para su avance espiritual.
   Habrá quien decidiendo refugiarse en la soledad, se apartará a los bosques o montañas, para en una severa austeridad, profundizar en los niveles más recónditos de su ser. Otros, sin embargo, bregarán en el devenir cotidiano, pero sin perder de vista el anhelo de libertad interior. Estarán en el mundo pero sin estar en él; serán de todos pero de nadie en exceso; lograrán posesiones externas, pero no tendrán más deseo de conquista que el de la paz interior.
   El buscador tiene que buscar lo que no ha encontrado, que no es más que encontrar al que está buscando.
   Huérfano de sí mismo emprende su larga búsqueda hacia lo Insondable. Con cierto pavor pretenderá acceder a la última realidad de ser de todo lo fenoménico, a expensas de pagar un alto precio en pos de la libertad definitiva.
   Aunque al principio hace como que no lo quiere ver, el buscador se halla inmerso en una larga marcha hacia la autorrealización.
   

2 comentarios:

  1. Hola Raul, muchas felicidades por la creacion de este blog de busqueda interior , que nos viene tan bien a todos los que estamos interesados como tu a desnudarnos y encontrar nuestro ser en lo mas profundo.

    En mi caso llevo poquito tiempo fijandome en todas las preguntas (que siempre he tenido) y por fin he decidido ir buscando todas las respuetas , por eso quiero agradecerte la creacion de este blog para que me vaya ayudando a investigar y compartir experiencias de vida .

    un fuerte abrazo y saludo desde Cartagena: Antonio Baskuñana.

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  2. Gracias Antonio. Me alegra que te guste la idea del blog, que como bien dices es para la búsqueda interior.
    Las preguntas a las que te refieres, creo que unos más que otros nos las hacemos alguna vez, pero no todos sienten el impulso irrefrenable de hallarlas, y menos aún de indagar en el sitio donde se sitúa la respuesta: en el interior.
    Espero a través del blog compartir/ transmitir/ expandir, cosas que a mí me sirven y espero, sirvan a muchas más personas.
    Por eso me gustaría que fuera un blog participativo y que todos expongamos ( no impongamos )nuestras reflexiones.
    Gracias de nuevo Antonio, un fuerte abrazo.

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